La gran diferencia entre un estudiante y un discípulo. El estudiante quiere saber acerca de; todo su esfuerzo está dirigido a pensar mejor. El discípulo quiere ser; todo su esfuerzo está dirigido a cómo ser, a cómo regresar a casa, a cómo volver a recuperar esos ojos infantiles, a cómo renacer...

15 feb 2008

Sí, reconozco a Zarathustra. Pura es su mirada...

y su boca no encubre ningún hastío. ¿No se adelanta hacia acá como un bailarín?

Los ojos son muy simbólicos, son parte de tu cuerpo, pero son también las ventanas de tu alma, cuando tu alma se torna silenciosa, pacífica, alegre, tus ojos
alcanzan una profundidad, una claridad, una pureza, una inocencia, se tornan tan trasparentes que puedes ver el alma misma del hombre.
Osho-Zarathustra
Un Dios Que Puede Bailar
Pág.20

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