Cuando un niño nace, es pura consciencia: flotante, fluente, lúcida, inocente y virgen; no existe ego.
Más adelante el ego va siendo creado por los demás. El ego es el efecto acumulado de las opiniones de los demás sobre ti. Llega alguien, un vecino, y dice: «¡qué niño tan hermoso!», y le dedica una mirada muy apreciativa. En ese momento el ego empieza a funcionar. Hay quien sonríe y quien no sonríe; a veces la madre está muy cariñosa y a veces muy enfadada, y el niño va aprendiendo que no es aceptado tal como es. Su ser no es aceptado in-condicionalmente; hay condiciones por todos lados. Si llora y berrea cuando hay visitas en casa, la madre se pone hecha una furia. Si llora y berrea cuando no hay visitas, la madre no se preocupa. Si ni llora ni berrea, la madre siempre le premia con caricias y un beso cariñoso. Si permanece tranquilo y callado cuando hay visitas, la madre se muestra enormemente feliz y gratificante. Asimila las opiniones de los demás sobre él; se mira en el espejo de la relación.
No puedes verte la cara directamente, sino que tienes que mirarte a un espejo, y en el espejo puedes reconocer tu cara. Ese reflejo se convierte en tu idea de tu cara, pero hay mil y un espejos a tu alrededor y en todos te reflejas. Hay quien te quiere, quien te odia y quien es indiferente. Luego el niño va creciendo y acumulando las opiniones de los demás; la esencia global de las opiniones de los demás es el ego. Y empieza a verse a sí mismo de la manera en que le ven los demás, a verse a sí mismo desde fuera; eso es el ego. Si la gente le aprecia y le alaba, piensa que es un dechado de perfección y se siente aceptado. Si la gente no le alaba ni le aprecia, sino que le rechaza, se siente condenado. Entonces tratará por todos los medios de que le aprecien, de que le aseguren una y otra vez que es respetable, que tiene un valor, un propósito y un significado. Luego viene el miedo a ser uno mismo; pero hay que adaptarse a las opiniones de los demás.
Si renuncias al ego, de repente vuelves a ser un niño.
Osho- El ABC de la Iluminación
No hay comentarios:
Publicar un comentario