"Búscalo y escúchalo primero en tu propio corazón. Al principio podrás decir que no está ahí; cuando busco, encuentro sólo discordia. Busca más profundo. Si nuevamente te desalientas, haz una pausa y busca otra vez más profundo. Hay una melodía natural, una fuente oscura en cada corazón humano. Puede estar recubierta, sumamente escondida y silenciada -pero está ahí".
Escucha el canto de la vida. La vida es una melodía; la existencia es musical -por tantas razones.
La existencia es una armonía; no es una anarquía. No es un caos; es un cosmos, una unidad. Tan compleja, tan vasta, pero aun así unida. Y la vida pulsa -desde el átomo más pequeño hasta la estrella más grande. Las longitudes de onda difieren, las pulsaciones son de frecuencias diferentes, pero el todo pulsa en una profunda unidad, en una armonía. Plorinus ha llamado a esto 'la música de las esferas'.
Toda la existencia es una música.
También es musical en otro sentido. El yoga, el tantra y todas las escuelas que han estado trabajando esotéricamente por el viaje interno de la consciencia humana, dicen que la vida consiste en sonido; que la existencia consiste en sonido.